Se conoce como Tercer Mundo la denominación que reciben el conjunto de países pobres. Este conjunto de países depende mayoritariamente de los países ricos, lo que recibe el nombre de Neocolonialismo.
Teniendo en cuenta la fertilidad de las tierras de los países pobres, las metrópolis aprovecharon para cambiar su agricultura tradicional de autoconsumo y convertirlas en monoproducciones, es decir, inmensos terrenos de siembra, dedicados a producir una sola cosa, (que suele ser café, caucho, algodón, cacao, azúcar, tabaco, etc...), que son materias primas aprovechables por la metrópoli; la cual paga una mísera cantidad por ellas y por la mano de obra nativa que trabajan las cosechas.
Inmensa extensión dedicada al cultivo del tabaco en Zimbabue.
Los países tercermundistas se caracterizan por tener una escasa produccion junto con una ínfima capacidad adquisitiva, lo que ocasiona una demanda interna muy debil. Como la industrialización ha sido mínima, la renta per cápita es muy baja y las tasas de paro muy elevadas.
Los productos que exportan los países subdesarrollados son, en general, materias primas, ya que por su mínima tecnologia y su escasa maquinária les hacen depender de los países desarrollados, lo que se denomina Dependencia tecnológica. Esto lleva a un comercio desigual, ya que el precio que reciben los países pobres por las matérias primas es muy bajo, en cambio el que reciben los países ricos por la venta de las manufacturas es cada vez mayor. Como este tipo de comercio imposibilitaban la acumulación necesario para inversiones, muchos gobiernos se endeudaron, lo que supuso una tranferencia de riqueza de los países pobres hacia los países ricos en forma de pagos de interés de la deuda.
TERCER MUNDO Y NEOCOLONIALISMO
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